La juventud sueña, cree, es idealista,
desde niños queremos ser jóvenes,
pensamos que todo es diferente.
No está malo nada de lo que creemos,
aunque a veces nos falta un toque de realidad,
pues pasados los años vemos ilusiones perdidas,
sueños rotos, sin cumplir por varios motivos,
muchos de causa externa a nuestros medios.
Hoy veo muchos jóvenes con miradas tristes,
o envueltos en el camino de las adicciones,
sin interés por la educación formal en las escuelas
y lejos de tener familias que los contengan y ayuden.
Yo sueño con volver a rescatar a la juventud luchadora,
que con pujanza se prepara para enfrentar los nuevos desafíos,
en un mundo que nos necesita unidos y con nuevos ideales.
Marcela Barrientos 09/10/2019 Copyright
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Argentina
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