Desde mi corazón, donde aún vives,
recuerdo algunas de nuestras charlas.
Desde mi corazón, donde estás presente,
no olvido lo gran compañero que fuiste.
Desde mi corazón, donde tu mirada es mi luz,
sigo buscando tu auxilio cuando necesito paz.
Desde mi corazón, donde me acompañas cada día
me aferro a todo lo que enseñaste como buen padre.
Desde mi corazón, donde te llevo hace dos años
sé que sigues cuidando de nosotros con todo tu amor.
Desde mi corazón, donde eres mi estrella guía
floto cada noche para darte un beso en la frente.
Marcela Barrientos 17/05/2019 Copyright
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Argentina
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