No sé si es porque veo una infancia tan distinta en la actualidad pero mi recuerdo más recurrente es esa infancia llena de inocencia.
Con un grupo de vecinos con los que disfrutábamos jugar en la calle en las vacaciones, ir sin temor a la casa de tu mejor amiga.La confianza que existía entre las familias ya que no existía este miedo atroz de dudar de todos.
Rememoro esos años como los más felices, los descargados de preocupaciones con la única responsabilidad que era ir a la escuela, eso si era sagrado.
Pero después no se nos permitía entrar al mundo de los adultos, escuchábamos canciones infantiles, programas con conductores paternales, no modelos sensuales.
Estaba marcado el límite de que todo tenía una etapa y nos vestían como a niños.No me cabe duda que esa es la etapa que jamás borraremos de nuestras vidas. Hoy la recuerdo y agradezco que fue una infancia feliz.
Marcela Barrientos 09/08/2019 Copyright
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Argentina
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