El calendario numérico avanza,
hay dos días fijos y especiales
que marcan un fin y un inicio.
Cada fin de año se festeja
ese traspaso místico y mitológico,
donde cruzamos una puerta invisible
e intentamos dejar atrás lo pasado
en vista a un nuevo comienzo.
Las doce de la noche es la hora clave
donde nos alzamos en un brindis
y despedimos un número que ya es ayer,
sus doce meses caducaron para siempre
y nos proponemos a darle una chance
a otros doce meses nuevos y abiertos.
Renovar esta esperanza desde el alma
confiando en nuestras propias fuerzas
con la sapiencia de no volver a lo mismo
es la única manera de ver en un número,
distinto pero que no hace la diferencia,
si nada cambia desde nuestro interior .
Atravesemos ese instante único y mágico
con la convicción de un inicio a algo mejor.
Marcela Barrientos 02/01/2023
Derechos de autora reservados
Argentina
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