Las palabras deberían ser vida
porque el " Verbo se hizo Carne".
Sin embargo las palabras mueren
o se suicidan ante tanta falsedad.
Palabras muertas que nacen
con la finalidad de ser agradable
pero quedan en la inacción árida.
La perversidad de generar esperanzas
para luego cosechar frustraciones.
Todos los valores son abstractos
y las palabras suenan a ruidos huecos
si solo las usamos para decoración.
Solo las que llevan un compromiso
y se hacen " Carne" ante el prójimo
pueden sentirse fecundas y libres
para renacer en otras semillas vitales.
Marcela Barrientos 26/12/2022
Derechos de autora Reservados
Argentina
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