El milagro de Yoro
¡Padre, Padrecito, el pueblo sufre hambre!
A ti te imploro por los habitantes de Yoro.
Así tal vez rezaba Manuel Subirana,
pidiendo el milagro que les de sustento.
Y es verdad, no es mentira, la historia no miente,
Un pueblo lejano del mar y su costa
recibe miles de peces tras una gran tormenta.
Prodigio Divino, los pececillos volando.
Y la gente de Yoro los recoge en canastos.
Y el hombre tan lógico e. incrédulo
solo busca razones de tamaño portento.
¡Qué importa las causas si hay un pueblo contento!
Marcela Barrientos 21/08/2023
Derechos de autora reservados Argentina
N.R.: Basada en hechos reales.
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