Mi calle en tres tiempos
un hoy vacío de las voces de ayer,
un futuro soñado e idealizado,
un viaje al tiempo de los valores.
Necesito un mañana solidario
que me acerque al ayer tan lejano
donde todos nos sentíamos uno,
y los vecinos no éramos ajenos.
La desconfianza ganó la vida diaria,
¿a dónde llevaron la mano extendida?,
el valor de la palabra como compromiso.
Una niña recuerda que este no era su sueño,
una adulta espera la utopía del regreso.
El pasado no pasó en su memoria
el presente está lleno de ausencias
y el futuro huele a soledades conectadas.
Esta calle no era mía era nuestra
y tal vez sean de androides no identificados
mientras los humanos mirarán tranquilos
que sus vidas transcurren en un reality.
Cansada de caminar por esta calle extraña
que olvidó de soñar un mundo mejor
para dedicarse a ver todo por una pantalla.
Ya nadie mira a los ojos ni hace visitas,
todos están ocupados y estresados,
las risas del ayer hoy son quejas con emojis.
¡Qué raro se ve el porvenir irrespetuoso!
No podría olvidar lo que viví en esta calle,
rara sensación de haberme perdido
y ya nadie quiera o necesite encontrarme.
La alegría del ayer, el movimiento y el bullicio
transformados en un desierto urbano
que tiende a volverse deshumanizado.
Me niego a escribir por chat gpt
quiero ser la responsable de mi sentir.
Insensible futuro lleno de robots
que no saben de un corazón que late.
Marcela Barrientos 22-09-023
Derechos de autora reservados
Argentina
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