Agradezco a Dios la bendición de mi tres hijos
que me acompañan hace cinco años con mis padres,
mi hija mayor en ese momento con quince años
decidió ir ayudar a mi padre con mi madre ciega,
pero él repentinamente enfermó y murió en un año,
mi hijo lo acompañó y fue el último en verlo vivo.
Estaba internado e iba a verlo, él ya dormía sedado.
Ahora con mi madre ciega y con demencia senil
Sin el apoyo de ellos nada sería posible sin dudas.
Son dos casas y el ritmo de ir y venir cada día,
ir al colegio, las cosas cotidianas, las enfermedades,
es muy cansador, no es fácil y hay días muy difíciles
por eso se valora más que a pesar de las dificultades,
alguna que otra pelea todos sepamos que el objertivo:
cuidar a mi madre es lo principal para todos nosotros,
ella se merece todo por lo buena madre y abuela
que supo ser cuando estaba bien de salud y veía.
Son hijos fuera de los moldes actuales, muy responsables,
Aunque tengamos diferencias y discusiones normales
sabemos en el fondo que somos una familia unida
y que siempre confiamos en Dios, y en la Virgen
para que en esos momentos de fragilidad nos ilumine.
Marcela Barrientos 08/08/2019 Copyright
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Argentina
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