Hay gente que con solo decir una palabra
enciende la ilusión y los rosales,
que con sólo sonreír entre los ojos
nos invita a viajar por otras zonas,
nos hace recorrer toda la magia.
(Hamlet Lima Quintana , poeta argentino)
Y si, si cuando vivías te consideraba tan necesario,
¿cómo crees que me siento tras tu irremediable partida?.
Te incluyo en presente porque jamás serás mi pasado,
eras, eres y serás de esa gente imprescindible siempre.
Con solo mirarte me asegurabas ese amor infinito.
No eras de grandes discursos, eras de hacer cosas,
a escondidas, sin esperar nada a cambio, solo un gracias,
esa palabra tan olvidada ponía brillo a tus ojos oscuros.
Ejemplo de padre, esposo, compañero, hermano, abuelo,
imborrable magia me producía saberte tan cerca de mío.
Hoy te extraño, te sigo llorando, recuerdo tus frases, tus gestos.
Historias personales infinitas, charlas de entre mesa tan rica en vivencias.
Has dejado lo mejor de ti, la memoria de un hombre intachable
de una riqueza profunda, nunca gritaste, eras guía sin tantas palabras,
eras huella, testimonio vivo, de esa “gente necesaria” de brillo propio.
A veces me pregunto porque no se hacen películas de personas como vos,
Porque la costumbre de filmar vida de famosos ricos y desenfrenados.
¿Tan equivocado está el concepto de riqueza que no la vemos en el ser?.
Personas como vos, mostrarían al mundo lo que se puede lograr
aún saliendo desde la humilde pobreza de un pueblo tras el destierro.
Y no hablo de dinero, hablo del ser educado sin haber ido a la escuela,
hablo de no tener rencor con tu pasado, y no existía ninguna terapia,
hablo de ser sano de sentimientos, hablo de vos, mi padre, mi todo.
Marcela Barrientos 04/09/2019 Copyright
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Argentina
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