En el mágico renacer de la tierra, el solsticio anuncia un nuevo despertar,
los pueblos ancestrales danzan al compás de la naturaleza,
la ceremonia del wiñol tripantu une pasado y presente en sublime armonía.
En el fulgor de la llama sagrada, el tiempo se desdobla en espirales,
somos hilos enredados en el tejido del universo,
conscientes de la eternidad que habita en cada instante efímero.
El sol se eleva majestuoso en el horizonte, pintando de dorado el cielo,
las estrellas susurran secretos antiguos, trazando constelaciones de sabiduría,
el viento lleva consigo los cánticos de la tierra, resonando en cada corazón.
En este tiempo sin tiempo, abrazamos el ciclo eterno de la existencia,
todo vuelve a empezar en un eterno retorno,
y en la danza cósmica del wiñol tripantu, encontramos la paz y la plenitud.
Marcela Barrientos 04-04-2024
Derechos de autora resevados
Argentina
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