HOLOCAUSTO (EL HOMBRE CONTRA EL HOMBRE... LA ÚLTIMA BATALLA)
Y Dios creó al hombre, su mejor criatura
y el hombre se adueñó de la Creación.
Al principio respetaba por miedo y dudas
todos los ciclos de la naturaleza que lo rodeaba
usando sólo lo que necesitaba en el momento.
Pero luego descubrió como burlarse de ella.
Lo contaminó la ambición desmedida
de juntar poder y riqueza mal habida,
se inventaron armas como negocio de guerra,
donde solo muere la genta indefensa,
genocidas atroces que por un papel impreso,
trabajan los días contando sus ingresos.
Hoy tras varias guerras cruentas con bombas atómicas,
con bosques desforestados, aire, agua, y tierra contaminados
el hombre sensato busca el milagro de un mundo reciclado
mientras los poderosos se encargan de violar los tratados.
Sin lugar a dudas el porvenir es un oscuro presagio de destrucción
y mis letras se entristecen ante fatal expectativa del holocausto final.
No vislumbra el horizonte de presagios nefastos,
un cambio de actitud en los hombres perversos,
gobiernos indecentes que estiran las manos
ante dádivas de hambre por los pueblos arrasados.
Concédenos Dios un milagro, solo uno
te pedimos,
anúlales del pensamiento, la codicia y el escarnio.
Marcela Barrientos
Eduardo A. Sobral.
0 comentarios:
Publicar un comentario