RSS

martes, 4 de diciembre de 2018

LO QUE APRENDÍ

LO QUE APRENDÍ

Si hay algo que aprendí de mis padres
es a saber decir gracias a una mano extendida.
Y yo aprecio a esos seres que van por el mundo
siendo puentes, dando manos, sin criticar.
Tal vez porque mi madre fue una de ellas
que andaba por la vida repartiendo estrellas
y aunque hoy sea anciana y ya nadie lo recuerde
yo sé que todo lo hizo de corazón y nada esperaba.
De mi padre aprendí la honestidad, la conciencia en paz,
él fue muy agradecido de su vida a pesar de las adversidades.
En su mirada de dolor no dejaba de decir gracias
como lo hace mi madre cuando la cuidamos a diario.
Hoy inspirada en esas grandes enseñanzas aprendidas
doy las gracias a Dios por ponerme a mis padres de ejemplo,
a mis padres porque fueron la mayor bendición de mi vida,
a mis hijos que me ayudan en el día a día de cuidar a la abuela,
a los profesionales que hacen su tarea por amor y vocación.
Y aunque no todo es lecho de rosas aprendía a hallar tesoros,
esos tesoros que se esconden entre la multitud gris y opaca,
de las que sigo aprendiendo por la generosidad de su entrega.
Dar gracias es hacer un balance entre lo bueno y lo malo
y guardar en el corazón todos esos gestos bondadosos
que hacen la diferencia y nos hace sonreír en los recuerdos.
Marcela Barrientos 04/12/2018 Copyright
Derechos de Autora Reservados
Argentina

0 comentarios:

Publicar un comentario