Reducida, menguada, voy hacia mi etapa oscura,,
pero aunque se pierda parte de mi brillo, estoy aquí,
pendiendo de un estado de ánimo dudoso, sin frenesí,
cobijando antiguas creencias de tantas lejanas culturas.
Reducida a un cuarto de espacio en el cielo estrellado
aún hago compañía a la humanidad que me convoca
en hechizos que al alma extrañas sensaciones provoca,
pues es en el interior donde se anida todo cambio anhelado.
Reducida acompaño ese morir para luego volver a renacer,
cosechando los frutos de los días dorados de la luna llena,
permitiéndome desfallecer un tiempo para luego volver plena
y desde adentro con gran impulso íntimo que me haga crecer.
Marcela Barrientos 10/12/2018 Copyright
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Argentina
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