Sin ser poeta, buscabas enamorar
contabas con la canción perfecta para tu plan,
aquella que servía para atraer corazones
que caían como abejas a tu propio panal.
Con una mirada azul que hipnotizaba
y aquellas palabras que querían escuchar.
Hacías de la coincidencia el gran motivo
para envolverlas en tus redes de promesas.
Seducías con tu postura de hombre solitario
que estaba en busca de la mujer de su vida.
Sin ser poeta, buscabas enamorar
con una mirada azul que enamoraba .
Marcela Barrientos 15/12/2018
D.R.A. Argentina
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