"Si la felicidad es algo posible y real -lo que a veces pienso- yo la identifico mentalmente con los años vividos en Soria y con el amor de mí mujer". –Antonio Machado.
Un amor que duró
lo que dura un suspiro
o lo que tarda en caer
una mágica estrella fugaz
Una joven, casi niña,
y un poeta enamorado,
más allá del que dirán.
Un aire intenso y emotivo
rodeaban los paseos en Soria.
El paisaje cobra otro color
bajo la mirada del caballero.
Un papel con unos versos
que declaran sus sentimientos
es la pista que ella necesitaba
para confirmar la reciprocidad.
El año eterno de la espera
para poder concretar el sí
ante la Iglesia y sellar su amor.
Luego la felicidad comienza
pero se precipita en poco plazo
tras la muerte repentina de Leonor.
Así se llamaba la niña amante,
la que enamoró a simple vista a Antonio,
el poeta que jamás volvió a casarse
y solo vivió resignado a su dolor
bajo el influjo perenne de un amor
que se inmortalizó en el tiempo.
¡ Tres años, solo tres años,
breves tres años, únicos tres años,
tres años perpetuos e infinitos!
Marcela Barrientos 24/10/2022
Derechos de autora Reservados
Argentina
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