Título : Disfrazar el alma
En el teatro de la vida, las máscaras son el telón,
que esconden las verdades que llevamos en el corazón.
Se alzan en el escenario de cada vivencia existencial
oscureciendo las heridas que duelen en nuestra vida.
Algunas máscaras son escudos que nos protegen,
un refugio para el daño, lo que jamás revelamos.
Son una piel ficticia, que cubren heridas abiertas,
barreras de papel que resguardan nuestras alertas.
Bajo esas máscaras, ocultamos nuestros miedos,
las cicatrices del alma, que no queremos que se vean.
Aguardamos entre bastidores, esperando el momento,
en que podamos mostrar al mundo nuestro auténtico testimonio.
Pero también existen máscaras que nos disfrazan en la mentira,
nos transformamos en actores, con una sonrisa fingida.
Nos alejamos de nuestra verdadera esencia,
y nos sumergimos en una vida de falsa apariencia.
Las palabras se vuelven trampas, hechas de hilos de engaño,
y nuestros gestos se tejen en un patrón insano.
Vestimos ropajes de personajes imitados,
y dejamos de ser nosotros mismos, completamente despojados.
Es una danza peligrosa, este juego de ilusiones,
donde los corazones se pierden en confusiones.
Nos olvidamos de quiénes somos, de nuestras propias raíces,
y nos perdemos en un mar de falsedades y mentiras.
Pero al final del acto, cuando baja el telón,
las máscaras que llevamos por fin se esfuman sin razón.
Exponemos nuestras almas desnudas y sinceras,
revelando nuestras heridas, sin caretas altaneras.
Las máscaras son solo una ilusión pasajera,
que enmascaran nuestras verdades, pero no las dejan fuera.
Es tiempo de dejarlas caer, liberar nuestra autenticidad,
mostrarle al mundo sin filtros nuestra verdadera realidad.
Marcela Barrientos 27/01/2024
Derechos de autora Reservados
Argentina
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