Si la justicia fuera realmente independiente sería equitativa,
lo malo de una justicia dependiente de los poderes políticos
es que jamás es una ley pareja e igual para todos los ciudadanos,
por lo que a veces se siente que hay una justicia para gente rica
distinta a una justicia para la gente común que carece de fueros.
La equidad nos iguala ante la ley, donde es deber de todos cumplirlas
pero en la práctica la justicia se vende, la justicia se ciega ante el poder,
inclina su balanza con una impunidad que como ciudadana me asusta.
Además la burocracia la hace lerda, lenta, y con demoras inactivas.
Espero mucho más de este valor que raramente demostró su ecuanimidad.
Los poderosos abusan y la usan como garantía de nunca ser culpables de nada,
la independencia de este poder esta puesta en dudas siempre lamentablemente.
Marcela Barrientos 15/04/2019 ©®
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Argentina
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