MÍSTICA FELINA
Compañeros de mirada mística,
de andar lento, seguro y sinuoso,
desde la infancia me sedujeron
siendo mis fieles amigos en la soledad.
Libres y tiernos a la vez, una mezcla justa,
juguetones, curiosos y dueños de si mismos.
¿Qué hubiera sido de mi sin sus ronroneo?,
esos sonidos especiales de paz y placer
que comparten con quienes se identifican.
Ariscos y receptores de la mala vibración
reconocen con singularidad mis emociones,
por eso regreso a esa mirada mística y única
que me atrapa desde niña como caricias al alma.
No hay armonía en mi paisaje sin un felino,
he llorado sus partidas, no olvidaré sus nombres
bolitas de peluche vivos, camaradas en mi cama.
Y si, una vez más regreso a esa mirada mística
ese punto de contacto maravilloso e hipnótico,
un encuentro visual que me da seguridad
de que nos entendemos sin poseernos.
¿Qué hubiera sido de mi sin ustedes?.
Cierro mis ojos y no me imagino mi vida
sin el misterio que me provocan sus actitudes.
Marcela Barrientos 11/04/2019 Copyright
Derechos de Autora Reservados
Argentina
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