Conservó su humildad desde el Pesebre a la Cruz.
Perdón, aún seguimos entregándote,
por unas monedas y nuestras convicciones,
porque es más racional creer en la ciencia,
porque es mejor ser ateo o agnóstico.
Perdón, aún seguimos negándote
cuando ni nos reconocemos bautizados,
ni siquiera nos tomamos la Fe como camino,
escapamos y nos avergonzamos de creer en Dios.
Perdón, porque seguimos acomodando
lo que nos conviene de tus enseñanzas,
tomando entre pinzas tu Verdad Absoluta
por la que diste tu vida en la Santa Pasión.
Perdón, porque Semana Santa es un feriado largo
ya no nos dedicamos a revivir tu Vía Crucis de Amor,
te caes delante nuestro y ni somos el Cireneo,
ni limpiamos tu cara como la Verónica aquella tarde.
Perdón, porque hoy Tú miras el mundo
y aunque duelan las espinas y los azotes
sientes que tal vez fue en vano dar la vida
por nuestros necios pecados que no dejamos atrás.
Perdón, ya no estás de moda, y te ignoramos,
consumimos otras tendencias más actuales.
Quizás si leyéramos que no es tan difícil tu Evangelio:
"Amar a Dios y al prójimo", sólo eso y habría Paz.
Perdón por no entender que eres el Salvador ,
no un huevo de Pascua de chocolate con confites,
ni una rosca, ni ninguna comida tradicional,
eres el Cordero que con su Pasión nos redime.
Marcela Barrientos 14/04/2019 Copyright
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Argentina
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