¡Tan blanca, tan limpia,
que vengo a pedir permiso
para escribir tantas penas!.
¡Tan limpia, tan blanca,
tú con vocación de carta de amor
y yo desahogando mis inquietudes!.
¡Tan blanca, tan limpia
me miras con gran esperanza
y yo escribo mis desesperanzas!.
Marcela Barrientos 30/08/2019 ©®
Derechos de Autora Reservados
Argentina
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