ATARDECER EN LA PLAYA
En mi horizonte sólo el basto océano.
Mis pies descalzos rozaban el mar frío,
el viento jugaba con mi vestido enredándolo,
mientras yo con mis pasos cortos y huérfanos,
solo contemplaba la inmensidad que me rodeaba.
Atardecía y la playa dejaba escapar con su tibieza,
los mismos suspiros que pendían de mi corazón.
Aguas frías y un sol tibio que se filtraba entre las nubes,
esas mezclas extrañas y tan naturales frente al mar.
Mente fría y corazón tibio me acompañaban al caminar,
acompasada a un ritmo fijo sólo bajas un pie y el otro subes
parecía repetir mi cabeza ,oscilando con la marea del paisaje.
La majestuosa infinitud estaba afuera y también dentro mío,
llenándose de una energía silenciosa, invisible, involuntaria.
La voz del agua,l a única música que en mí dejaban huellas,
en este magnífico paseo en la soledad de un bello atardecer.
MARCELA BARRIENTOS 02/05/2016 ©
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1 comentarios:
Maravilloso deambular sintiendo el sonido del mar mientras el viento agita tu vestido. Majestuoso poema, me encantó!!!!
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